The Legend of Zelda Twilight Princess

Al fin me lo he pasado. Os comento mi historia con este juego. Como comenté por encima en otro post, me perdí la anterior generación de consolas. Xbox 360, Wii y PS3 no pisaron mi casa, así que en cuanto pude me pillé la WiiU, porque sabía que era más fácil que la utilizara que el pillarme alguna de las otras dos grandes. 

En todo caso, mi chica sí que tenía la Wii y cuando nos fuimos a vivir juntos la trajo a casa. Por aquel entonces estaba bastante viciadete al League of Legends y me acababa de comprar un PC nuevecito para jugar, así que no le presté mucha atención a la consola. Hasta que un día paseando pasamos por delante de una tienda de videojuegos y vi el Zelda The Twlight Princess... ¡joder! ¡Me había autobloqueado el Zelda de la Wii! Los únicos tres Zeldas a los que antes había jugado eran el Ocarina, el Majoras Mask de la N64 y el Wind Waker de la Game Cube... así que... no me podía quedar sin.


Por historias para no dormir con las que ahora no os aburriré no jugué mucho. Me lo compré y pasó a ser inmediatamente una espina clavada en mi conciencia. Cuando nos cambiamos de ciudad y decidimos comprar la WiiU fue en plan... ¡ahora o nunca! Y... tampoco funcionó. Sea por lo que sea no he jugado bien hasta ahora, con la inminente salida del Breath of Wild (que ya tengo reservado) ha sido cuando me lo he querido pasar. Seguramente con su hermano mayor en casa hubiese sido muy difícil hacerlo. 

De los cuatro Zeldas que he jugado es el tercero en la lista. Primero va el Ocarina, luego el Wind Waker y en último lugar el Majora's Mask (juegazo eh, es solo por azuzar la controversia). Tiene mecánicas muy chulas pero hacia la segunda mitad del juego me ha dado la sensación de que han intentado emular un Ocarina of Time sin demasiado éxito (en vez de intentar hacer algo nuevo). Vamos, todos los que jugamos a Zelda o hemos jugado alguna vez sabemos que Ganondorf es el malo, que Zelda será raptada en algún momento y que Link tiene que pasar por el dominio Zora y el Goron para conseguir objetos. Son clichés sin los cuales el juego quedaría cojo (a mi modo de ver). 

Pero la grandeza y grandilocuencia del Ocarina no se ha visto en ninguno desde entonces -esperemos que el Breath of Wild lo consiga-. Como digo, la mecánica de jugar con el mando de la Wii, de soltar los espadazos tú, tener que apuntar con el arco, el tirachinas y tal mola. El cambio entre lobo y humano también está chulo (sobretodo en la primera parte del juego, no sé porqué me gustó más) y mete más horas al juego al tener que conseguir las almas perdidas. 


No es para nada un juego flojo, al contrario, puede que tenga una de las tramas más interesantes, con el tema de la luz y las tinieblas de fondo, pero me ha faltado algo. Quizás es que he ido a saco y no he intentado conseguirlo todo (como sí que haré con el Breath of Wild), pero no han conseguido que me encariñe de los personajes y lugares tanto como con los otros. En las escenas de los créditos salen lugares que apenas reconocía y eso no es bueno. La escena final de lucha ocurre en un lugar sin ninguna trascendencia para la trama y eso hace que desconectes.

Que sí, que mola, que en cada Zelda nos sorprenden y este no ha sido una excepción, pero espero que los once años que han tardado en sacar el nuevo Zelda valgan la pena y den un salto mayor que el que hicieron con Wind Waker hacia Twilight Princess.

¿Y vosotros qué? ¿Con qué Zelda os quedáis?
¡Un saludo!

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