Devious, The Wheel of Fate

Hace tiempo que habréis visto que en la barra lateral del blog hay unos cuadros con cosas como «Jugando», «Leyendo» y tal, pues por fin he podido sacar tiempo de donde no lo hay para escribiros sobre Devious, el juego que tenía en mi lista de pendientes desde hace ni se sabe.

Por si habéis estado en una cueva durante el último año, Devious es un juego de rol que mis buenos amigos Lucía y Vicente dieron a luz hace un añito no sin contratiempos. Nos conocimos en unas calurosas jornadas valencianas de hace unos años (Rolenquart, este año me quedo sin ir otra vez) y lo que nos llamó la atención fue lo mismo que te llama la atención en cuanto ves el manual; la composición artística del mismo es una brutalidad. Es compacta y única, cuando hojeas las primeras páginas te das cuenta de que tienes en las manos un juego fresco y diferente, con una calidad artística y una pulcritud que ya quisieran para sí mismos muchos bestsellers (me mondo al meter esta palabra mientras hablamos de juegos de rol). La calidad es objetivamente intachable, tanto en forma como en contenido... y podéis pensar que como aprecio un montón a Lucía y Vicente es ese cariño el que habla por mí, pero no, simplemente no estaría escribiendo estas líneas si no fuera así.



El trasfondo es muy grande, no en vano son cinco dimensiones. La teogonía que envuelve la creación me parece chulísima, con todos estos dioses, semi dioses, conceptos de la realidad y Sino dando vueltas y liándola al más puro estilo teogonía clásica. Aunque el libro está basado solo en la dimensión Dracónida te viene suficiente información para que puedas ambientar la partida en casi cualquier dimensión. Tendremos que esperar a siguientes suplementos para poder conocer los secretos de las diferentes razas.

Porque eso es otro de los puntos fuertes de Devious: las razas. Está claro que humanos hay en todos los juegos (o casi todos) y que debían aparecer en un macrocosmos tan basto como este juego, pero a su lado tenemos a los poderosos Dracónidos, los misteriosos Xerontes, los bizarros Athánatos y los graciosos (y peligrosos) Numachi. Cada raza tiene su propia dimensión (aunque alguna esté hecha unos zorros, no spoilers please) y también sus propias características y su propio «poder especial». Desde magia elemental hasta invocar criaturas, pasando por evoluciones genéticas y militares. La multitud de opciones es impresionante y cada parte está explicada al dedillo, vamos, que no falta nada para que puedas desarrollar personajes y crónicas alrededor de alguno de estos poderes o conceptos.

Como contrapunto se le puede achacar al juego que es demasiado grande. Puede que haya partes del público al que va dirigido que no disfruten con tantísima libertad y tantísimas opciones. Se lo comentaba a Lucía y Vicente, cada paso del camino de la creación de un Personaje te lleva a tomar una decisión trascendental (empezando por el nivel de alma) tras otra y eso puede abrumar a algunos jugadores y másters. Personalmente no me molesta, cuanto más grande sea el cosmos más posibilidades hay de contar historias y de eso va esto del rol amigos.



El formato del juego es una puñetera pasada, se nota que le han puesto mimo desde la maquetación hasta el resultado final y que la editorial ha acompañado armoniosamente las ideas de los autores (lo cuál no es fácil de encontrar, aunque debería ser la norma).

Queda un producto muy completo con una jugabilidad vastísima que hará las delicias de cualquier jugador o máster, sobretodo si lo que estás buscando es un marco original y fresco en el que desarrollar tus historias y tramas. No lo dejéis escapar.

¡Un saludo!

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