¡torneos, Torneos, TORNEOS! W40K y el sueño competitivo
El pasado mes de marzo se celebró en Reus (al lado de Tarragona) un torneo de Warhammer 40.000 por parejas. La organización corrió a cargo de Tomás, de la Asociació de Jugadors i Jugadores de Rol Reus, AJJRR, para abreviar. Tomás escribe un post semanal en el blog de la tienda, echad un vistazo ya que suele hablar de W40K, X-Wing, juegos de rol y en general lo que le apetece. El torneo era por parejas, 1500 puntos cada uno, total, 3000 puntos por bando y dos partidas en el mismo día. Algo asequible si no fuera por la extrema lentitud que nos caracteriza como jugadores de wargames, que en el momento más tenso de la partida podemos pasarnos diez minutos con los dados en la mano mientras nos partimos la caja por una situación que aconteció meses o años atrás.
Los torneos, por mucho que siempre digamos que los premios son por sorteo y cosas así, son torneos y todo el mundo quiere ganarlos. Desde los que se hacen listas TOP hasta los que nos hacemos listas de mierda, todos queremos ganar. ¿Listas OP? Siempre las hay y siempre las habrá, porque hay gente que entiende el juego de esa manera, y siempre que sea divertido jugar contra esas personas, no debería haber problema con la composición de su ejército. Hace poco celebramos en la tienda un torneo (también por parejas) que justamente salió del anterior, 500 puntos por cabeza y poco más que decir. Incluso en nuestro torneo hubo gente con listas más afinadas que otras y algunos que casi querían hacer la locura de jugar con un Mortarion y un IK (suerte que al final los convencimos para que no lo hicieran). Mientras que el ambiente sea bueno, las listas y la competición nunca serán malsanas.
Nunca he sido de torneos, honestamente, y sé que a lo mejor os sorprende porque ahora incentivo mucho este tipo de juego, pero nunca lo he sido. Me gusta más la partida casual, las risas y el parar para tomar algo o charlar sin tener la presión del tiempo, el espacio y las típicas y tópicas acciones que encorsetan estos eventos. Sin embargo, estoy descubriendo un nuevo mundo en los dos últimos torneos que hemos celebrado. Tanto el de AJJRR como el de Drakkar han resultado, generalizando, en un buen ambiente que ha dado alas a la comunidad. Para que el buen ambiente reine en eventos de este estilo las reglas de los torneos tienen que ser punitivas con gente que lo ÚNICO que quiere es ganar, a toda cosa. Seis Basilisk desplegados de lado huelen a entorno duro de cojones y si veo que me despliegas eso, o tú o yo nos hemos equivocado de torneo. No pasa nada, simplemente no estamos en la misma onda y ya está; la partida es tuya y nos vamos luego a tomar unas cervezas si te apetece, que seguro que no eres mal pavo. La comunidad tiene un montón de oportunidades para crecer y que las listas sean competitivas en el sentido estricto de la palabra, hay una delgada línea roja entre competitivo e imparable que se debería aclarar en cualquier base de torneo.
Porque no nos engañemos, en torneos de 16 o 20 personas quizás hay uno o dos que son un poco estúpidos, eso no significa que el ambiente de los mismos sea malo, simplemente que te ha tocado el hueso duro de roer. Eh, que si hay que construir un entorno competitivo para ir a torneos importantes, me veréis animando desde la barrera y no me parecerá mal, solo que no participaré activamente como jugador; no por el mal ambiente sino porque no es mi estilo de juego. Acepto sin problemas que sea el de mucha gente, pero en la mezcla de estos menesteres es donde se encuentra el germen del fracaso. No hay mal ambiente en los torneos, por lo general, pero si tres personas se cruzan con alguien que viene en formato ultracompetitivo, seguramente la sensación sea esa. Por eso se intenta que las bases de los torneos sean extremadamente claras en cuanto a formato, así nadie se lleva a engaño luego y todo es lícito de narices.
Dentro de poco hace un año que empezó la nueva andadura de Warhammer 40.000, mucha gente ha vuelto y otros tantos han empezado de cero y hay que mirar todo esto con una sonrisa. Quizás porque lo estoy viviendo desde un lado muy agradable, pero me da que esta edición pinta de las épicas. GW tiene que cagarla a lo grande para que la gente se desencante (no sería la primera vez), pero por lo pronto no podemos más que disfrutar de este bonito momento con una sonrisa. Ya sea en un torneo o mientras charlamos de qué primarca es el más buenorro, la idea de la sonrisa debería permanecer. Jugar con alguien que está todo el rato con el ceño fruncido, serio, que tira los dados sin decirte qué hace ni a dónde, que prácticamente ni te mira y todo eso... provoca que den ganas de darte un abrazo y prestarte un pañuelo y que llores valientemente todo lo que puedas llorar. Si vais a un torneo o un evento de estas características intentad pasarlo bien, conseguid que vuestro rival disfrute tanto como vosotros de la paliza que os estáis intentando dar el uno al otro.
Para que el sueño competitivo de 40K siga emergiendo en nuestra comunidad... partiros la boca, pero hacedlo con una sonrisa.
Nunca he sido de torneos, honestamente, y sé que a lo mejor os sorprende porque ahora incentivo mucho este tipo de juego, pero nunca lo he sido. Me gusta más la partida casual, las risas y el parar para tomar algo o charlar sin tener la presión del tiempo, el espacio y las típicas y tópicas acciones que encorsetan estos eventos. Sin embargo, estoy descubriendo un nuevo mundo en los dos últimos torneos que hemos celebrado. Tanto el de AJJRR como el de Drakkar han resultado, generalizando, en un buen ambiente que ha dado alas a la comunidad. Para que el buen ambiente reine en eventos de este estilo las reglas de los torneos tienen que ser punitivas con gente que lo ÚNICO que quiere es ganar, a toda cosa. Seis Basilisk desplegados de lado huelen a entorno duro de cojones y si veo que me despliegas eso, o tú o yo nos hemos equivocado de torneo. No pasa nada, simplemente no estamos en la misma onda y ya está; la partida es tuya y nos vamos luego a tomar unas cervezas si te apetece, que seguro que no eres mal pavo. La comunidad tiene un montón de oportunidades para crecer y que las listas sean competitivas en el sentido estricto de la palabra, hay una delgada línea roja entre competitivo e imparable que se debería aclarar en cualquier base de torneo.
Porque no nos engañemos, en torneos de 16 o 20 personas quizás hay uno o dos que son un poco estúpidos, eso no significa que el ambiente de los mismos sea malo, simplemente que te ha tocado el hueso duro de roer. Eh, que si hay que construir un entorno competitivo para ir a torneos importantes, me veréis animando desde la barrera y no me parecerá mal, solo que no participaré activamente como jugador; no por el mal ambiente sino porque no es mi estilo de juego. Acepto sin problemas que sea el de mucha gente, pero en la mezcla de estos menesteres es donde se encuentra el germen del fracaso. No hay mal ambiente en los torneos, por lo general, pero si tres personas se cruzan con alguien que viene en formato ultracompetitivo, seguramente la sensación sea esa. Por eso se intenta que las bases de los torneos sean extremadamente claras en cuanto a formato, así nadie se lleva a engaño luego y todo es lícito de narices.
Dentro de poco hace un año que empezó la nueva andadura de Warhammer 40.000, mucha gente ha vuelto y otros tantos han empezado de cero y hay que mirar todo esto con una sonrisa. Quizás porque lo estoy viviendo desde un lado muy agradable, pero me da que esta edición pinta de las épicas. GW tiene que cagarla a lo grande para que la gente se desencante (no sería la primera vez), pero por lo pronto no podemos más que disfrutar de este bonito momento con una sonrisa. Ya sea en un torneo o mientras charlamos de qué primarca es el más buenorro, la idea de la sonrisa debería permanecer. Jugar con alguien que está todo el rato con el ceño fruncido, serio, que tira los dados sin decirte qué hace ni a dónde, que prácticamente ni te mira y todo eso... provoca que den ganas de darte un abrazo y prestarte un pañuelo y que llores valientemente todo lo que puedas llorar. Si vais a un torneo o un evento de estas características intentad pasarlo bien, conseguid que vuestro rival disfrute tanto como vosotros de la paliza que os estáis intentando dar el uno al otro.
Para que el sueño competitivo de 40K siga emergiendo en nuestra comunidad... partiros la boca, pero hacedlo con una sonrisa.
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