El ocio mal entendido
Antes de soltaros la chapa, voy a estar un par de semanas sin publicar, Sant Jordi cae el lunes que viene y la semana siguiente estaré en coma cerebral. ¡Deseadme suerte!
Aunque el título del post puede llevar a engaño, no voy a hablar de los estereotipos que pueblan las mesas de juego de todo el mundo, de las leyendas negras que corren y hablan de aquelarres y esas mierdas. Agua pasada no mueve molino, ¿verdad? Hoy vengo a hablaros, aunque parezca una chorrada, del hype. El a veces aliado pero casi siempre enemigo, el maldito hype.
Todos sabéis lo que es y no me voy a rendir y explicarlo otra vez, una búsqueda en Google os dirá todo lo que necesitáis entender de este concepto. El hype es el rey de la pista actual en nuestras áreas de vicio favoritas, pero un rey no es nadie sin su cortejo. Esta serie de acólitos, desde tenderos manipuladores hasta clientes manipulables, hacen un flaco favor a que ciertos productos acaben cuajando. Imaginemos un juego nuevo, llámale no sé, La Historia de los Cinco Colgantes. Sale y todo el mundo sabe -todo el mundo que haya buscado información sobre el juego en internet durante la friolera de 2 minutos- que va a ser un juego en el que van a salir expansiones y encima la empresa madre te dice que te va a sacar bastantes expansiones de golpe.
La gente lo compra a lo loco, porque es la moda, porque las ilustraciones son la leche o porque piensa que lo va a poder jugar a tope, porque le hacen una demo y le parece el mejor juego de la historia o porque resulta que su amigo se lo ha comprado. ¿Recordáis esos dos minutos de búsqueda en internet? Deberían haberos dado los datos suficientes como para saber que la Historia de los Cinco Colgantes es un juego lento, precioso y complejo con el que «echar una tarde de pachangas» implica jugar como mucho dos partidas.
Pero no quiero centrarme en ese juego, quiero analizar un hecho que me perturba. La gente compra el juego y luego lo vende en dos meses, con las cosas del juego sin utilizar, a veces sin montar. Que esto sucediera cuando la única información era la que salía en las revistas tiene sentido, pero en la época de internet si te pasa esto es que te has dejado embaucar. Podemos echarle la culpa a todo lo que quieras y voy a enumerar unas cuantas excusas que he escuchado y yo mismo he dicho en multitud de ocasiones: es un juegazo, no sé qué ha pasado, nadie juega, es muy caro, es muy complicado, pensaba que sería de otra manera, ahora no tengo tiempo para darle, la comunidad ya no es lo que era, siempre juego contra los mismos, necesito la pasta para comprarme el nuevo «INSERTAR JUEGO HYPEADOR DE TURNO», la nueva expansión no me gusta, no me cae bien la gente de la comunidad, etc. Ninguna de ellas es completamente falsa pero tampoco la única culpable.
No me gusta. Tengo una tienda, debería gustarme que la gente compre un juego, se vuelva loca y a los dos meses vuelva a por más. Hay un error de base en ese argumento, no se trata de que me guste que la gente se deje dinero o no en mi tienda, se trata de qué quiero construir con alguien que se va a gastar dinero en mi tienda. Puedo querer construir una relación con mi cliente que vaya de proveedor a cliente sin más. Yo traigo cosas, ¿te gustan y te las quieres comprar? cómpralas, te prometeré el oro y el moro pero luego si no vendo lo que tenía pensado, naranjas de la china. Los tenderos tenemos una importante responsabilidad en cómo funcionan las cosas. Si en una comunidad grande apuestas por todo, vale, es entendible, pero en las medianas y pequeñas, tenemos que andarnos con cuidado.
Si le vendes a un cliente más cosas de las que puede disfrutar, si no promueves la comunidad que se ha desarrollado alrededor de ese juego, lo más fácil es que ese cliente se acabe quemando. Además de que si vende el juego en el mercado de segunda mano (porque es el cuarto o quinto juego al que se ha enganchado últimamente y se ha dado cuenta de que no los va a poder llevar todos al día) es una potencial venta que estás perdiendo. Hay multitud de personas que saben manejar el hype y esperan a que los clientes desprevenidos vayan a vender sus cosas semi-nuevas en el mercado de segunda mano, perdiendo pasta y haciendo que otro potencial cliente no compre el artículo en tu tienda. Que sí, que el cliente que vende cosas de segunda mano es muy probable que reinvierta el dinero en tu tienda, pero nunca es seguro.
«Pero esto va a seguir pasando haga yo un buen trabajo o no». Claro, como todo ahí queda la conciencia del tendero en sí; la conciencia de como mínimo haberlo intentado. A mí me queda el sentimiento de reconducción del hype, aunque a veces es complicado ya que yo mismo soy víctima de él. Es tremendamente satisfactorio ver cómo un cliente vuelve al día siguiente de que le hayas hecho una recomendación (una recomendación que implicaba no comprarse nada ese día y buscar información sobre otra cosa que tú crees que sí le mola) y te da la razón, busca una ampliación del juego al que jugaba y deja de lado la posibilidad de comprar el juego hypeador y venderlo a los dos meses en internet.
Pero como digo, esto solo puede funcionar en las comunidades medianas y pequeñas y con la voluntad de todos puesta en ello.
¿Y qué hay de lo demás? ¿Los consumidores? No sé, criterio propio y honestidad. Yo, como todos los que leáis esto, he cometido el pecado en alguna ocasión de comprar un juego pensando en que sí lo iba a jugar y luego enumerar alguna de las diez mil excusas que he expuesto arriba. Hay varios factores a valorar para tener criterio propio y ver tu ocio con honestidad: el tiempo libre del que dispones, el dinero que tienes para invertir y lo que quieres tú del producto.
El tiempo libre del que dispones es fácil valorarlo. Trabajo, estudios, familia, pareja, amigos, etc. ¿Cuánto del tiempo que dispones puedes invertirlo en tu vicio favorito? Ya sea jugar a la consola, jugar a juegos de mesa, rol, miniaturas, cartas, dados, saltar a la comba, leer una novela, escuchar música, lo que sea. Las horas que puedes invertir en tu vicio favorito a la semana te darán una respuesta aproximada que apoyará a la respuesta de la siguiente pregunta. ¿Cuánto dinero dispones para invertir? Fíjate que aunque la respuesta sea "el suficiente como para tener todo lo que quiera" (si es así, ¡por favor, haz click en el enlace de la barra lateral donde pone Drakkar Llibreria y visítanos!), no deberías olvidar que podrías tener ese dinero en el banco en vez de acumulando polvo en tus estanterías. Entre tú y yo, a mí me mola que mis libros acumulen polvo en las estanterías, al menos se que puedo acceder a ellos cuando quiera y que no están invirtiendo mi dinero en alguna industria super ética y pacífica. Cada uno hace con su dinero lo que quiere y si prefieres gastártelo en un juego, aunque sepas que no lo vas a amortizar de manera inmediata, tienes la libertad de hacerlo. Para no equivocarte, tendrás que responder y actuar en consecuencia con la última pregunta.
¿Qué quieres tú del producto? Para contestar a la pregunta tienes que primero investigar un poco sobre el producto que vas a comprar. Youtube es tu amigo, en él podrás ver reseñas, entrevistas con los creadores, con gente que lo ha probado... podrás ver el material, que alguien analice qué lleva, TODO. Youtube es una herramienta de la leche para no olvidarte de contestar a esta pregunta. Antes teníamos que ir a blogs, ahora las propias editoriales y marcas envían sus productos a los "youtubers de referencia" (otro día podemos hablar del tema, que da para largo también) para que te enseñen qué hace o cómo se hace. También puedes ir a tu tienda favorita y preguntarle al tendero. Todo este proceso de información tienes que hacerlo escuchando a tu propio criterio, sabiendo qué quieres conseguir con ese juego. ¿Jugar en solitario? ¿El placer de la lectura del mismo? ¿Cooperativo? ¿Competitivo fácil? ¿Rápido? ¿Toda la tarde? ¿Que contenga miniaturas para montar y pintar? ¿Coleccionar? ¿Competir?
No he puesto "divertirse" porque es obvio que cualquiera que compra un juego nuevo quiere divertirse. Yo por ejemplo me compro libros por el placer de leerlos y porque si los tengo en mi casa sé que en cuanto quiera los podré coger y leer. Eso es lo quiero del producto que voy a comprar. No engaño a nadie ni nadie me engaña (ni siquiera sin querer). Llegad a ese punto con las cosas que compréis, coged referencias buenas y de confianza de vuestro entorno (referencias que no os hayan fallado) y plantadle cara a esas personas que todos vemos saltando de un juego a otro, de grupo de facebook a grupo de facebook, comprándose todo el set del juego de turno y vendiéndolo al poco tiempo sin apenas haberlo probado a un precio infinitamente menor. Siempre son las mismas excusas, siempre son las mismas personas.
Entended qué queréis conseguir de un juego y entonces buscad ese juego, dejad que otros juegos que os pueden dar lo que buscáis os encuentren, pero sed honestos con lo que vais a obtener del mismo.
Ale, bonita chapa, ¡buena semana!
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