El largo camino de la White Dwarf y el hobby
Este mes una de las revistas que habla sobre juegos de miniaturas más famosas del mundo cumple 40 añazos. Se dice rápido, pero 40 añazos... y leyendo este número me ha entrado un buen rollo que se ancla en el pasado de manera muy importante. Aunque como no paran de repetir durante todo el número y como dijo Morfeo en la malhadada segunda entrega de Matrix (que nunca existió): lo improtante no es el camino que hemos recorrido, sino el camino que se abre ante nosotros. O something like this. En la portada sale el famoso enano blanco enfundado en una servo armadura... awesome.
Obviamente no me ha dado tiempo de leerla entera, pero lo que sí he leído me ha hecho reflexionar y recordar un poco cómo empecé en esto de las miniaturas y porqué después de media vida me sigue gustando tanto. Recuerdo mi primera White Dwarf, me la compré en una tienda de videojuegos del pueblo (donde compraba también juegos de rol y miniaturas de GW) y si ya estaba enganchado, lo único que me faltó fue leer mi primer informe de batalla para caer rendido a los pies del hobby.
Y todo esto leyendo sobre cosas que ocurrieron cuando la revista empezó, incluso antes de que yo naciera. Me ha hecho recordar mis primeras partidas de Warhammer con aquellos adorados Orcos y Goblins que ni siquiera eran míos, las infinitas tardes y noches en el garaje de la casa de un amigo donde vivíamos guerras, batallas y diversión sin fin. Todos aquellos momentos de la adolescencia ricos en matices tuvieron como telón de fondo una miniatura, un libro de rol y una White Dwarf. Supongo que muchos de vosotros estaréis igual que yo.
Cuando el comercial de GW me dijo que volvían a editar la revista en castellano tuve algo de miedo. Me dije «8€ por una revista no sé yo, vas a ser el único que se la lea». Un mes después tuve que ampliar el número de ejemplares porque se me agotan al poco de salir. La revista no ha tenido un aspecto mejor que el que tiene ahora; los artículos vuelven a ser aquellos añorados Señores de la Guerra, Informes de Batalla, Blanchitsu, Eavy Metal, etc... todo lo que la hizo grande ha vuelto. Cuando subí a la cuenta de instagram de la tienda la foto que acompaña estas líneas un amigo me escribió y me dijo: «¿cómo te sientes vendiendo White Dwarf, pensabas que alguna vez ibas a venderla en tu tienda?». La respuesta fácil y corta sería que si hace un año me aseguras que voy a tener la White Dwarf en la estantería de mi tienda me hubiese reído de ti.
Y esa nostalgia y esas ganas locas de jugar sin parar me han llevado a exponeros esto. Amantes del hate, podéis dejar de lado el odio. Todas las empresas hacen cosas mal y Games Workshop no se salva. Tiene políticas que hacen fruncir el ceño pero parece que han pillado la indirecta, han empezado a escuchar a los compradores. No hay mes que pasa que no tenga esta charla con algún cliente ya que los pecados pasados de la GW fueron muchos y muy duros; no puedes ningunear a toda una afición y pensar que no te va a pasar factura; claro que lo ha hecho, ahora todo podría ser mucho más grande de lo que ya lo es.
En definitiva, la icónica revista goza de una salud envidiable y la afición no hace más que crecer. Si en algún momento de tu vida disfrutaste leyéndola vuelve a darle una oportunidad, sus más de 100 páginas de contenido no te defraudarán. Si por el contrario nunca has tenido el placer de leerte una en condiciones, para mañana es tarde, que se acaban.
¡Larga vida al enano blanco!
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